Ayer tú escribias citando a Cerati:
(...) Vamos despacio para encontrarnos,
el tiempo es arena en mis manos,
sé por tus marcas cuanto has amado
más de lo que prometiste (...)
Hoy yo te respondí: "Y vamos despacio con el tiempo...soy el reloj que marca a tu voluntad...Soy tierra arada mil veces, lastimada, herida; pero con la promesa de que levantarás de ella la mejor de tus cosechas...te ofreceré, siempre, más de lo que en mí tú siembras..." (Arturo Bermúdez, autor).
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