viernes, 23 de julio de 2010

En medio de la nada...


He anclado en un océano inmenso. Estoy a mitad de la nada. Sin dirección, sin tierra que avistar.

Zarpé al amanecer, arrastrado en la ambición de mis redes que no tenían necesidad de pescar. Pese a tus ruegos, me hice a la mar.

Me perdí en la más grande tormenta de la vida. Naufragué en aguas desconocidas y muy lejos de la paz que me daba vivir, en tú tierra, de orillas bendecidas.

Paso el día durmiendo y muero de sed por tí. No soporto la ausencia de saber y haberte conocido como el paraíso prometido.

Espero que la noche me dé una señal.

Quizás sea la luz de tus ojos, como faros al horizonte, o tal vez una estrella al norte de tú corazón.

Levanto las velas, tras una brisa nocturna, y sólo te pido que me ilumines, que fijes mí rumbo...Que esa noche seas un puerto seguro. (Arturo Bermúdez, autor)

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