Palabras después de la lluvia...

A mi amiga Adriana Rivas...

Qué me detengo tras caminar bajo la lluvia. Hoy decidí mojarme por gusto...disfrutar del agua...me detengo pues mi cuerpo y ropa no pueden con más de ella encima...que me dieron ganas de escribirte, de hacer dos o tres imágenes sin importancia...me detengo, y a mí llega el olor de las azucenas salvajes recién cortadas, puestas en manos de mujeres indígenas que las ofrecen. Me detengo, pues a este que llamas viejo lo asaltó el cansancio. Un cansancio de paz que no sentía. Qué te escribo sin ningún fin...que tenia ganas de contarte y compartir un estado de sensaciones que pasaron sobre mí en tres horas bajo una lluvia constante.
Te escribo sólo porque así lo decidí. Sin ánimo de nada...te cuento cómo lo hice con mis huesos mojados en la montaña...ahí, donde me descubrí como estar en el cielo...ahí, donde el frío me estremecía y me hizo sentir la fragilidad en mí...

Qué te llevaría sobre mis pies a recorrer esos caminos que no conoces...a mirar a través de mis ojos que lo han visto todo...que con mis oídos escucharas los sonidos del mundo...que con estas manos marchitas tocaras tierra húmeda y rozaras las nubes que me rodeaban esa madrugada en la montaña!!!

(Arturo Bermúdez, autor)